23/7/07

vigilia

Se apoyó en la baranda del balcón y miró la madrugada. No estaba a una altura significativa como para ver la ciudad pero, aún así, imaginó los edificios dormidos. Los hombres y mujeres dormidos. Los perros, canarios y felpudos dormidos. Las radios y las tostadoras. Los jabones y los fósforos. Los anteojos, las hojas de papel y las tazas dormidas.
Seguramente ella -su piel- estaría brillando contra algún reflejo de la penumbra, otorgando tonos azules y oscuros a su cuerpo delgado y firme tendido entre sábanas agitadas. Y sus ojos no estarían cerrados como el resto de la ciudad; sino que su retina estaría dibujando siluetas infantiles en el techo de su cuarto.
Él, desde su balcón, trataba de recordarla creando, dibujando su imagen sobre el empedrado áspero, y así poder guardarla con aquella figura adolescente -sus piernas desnudas abrazando su cintura-.
Sabía que ella no dormía. Porque dormir implicaría despertarse; y eso -despertar- sería el final del encuentro.
Aún permanecía mareado por el aroma de su pelo. Aún lo sentía lastimar su piel, herida con agujas sutiles. Y las leves palabras, casi lamentos que inundaron su oído durante minutos extensos, horas fugaces, siglos imposibles.
Se esforzó por aislar en su memoria la sensación de pacífica, tibia humedad que registró en el momento en que, lentamente, se instalaba en su interior. Y su quietud –ella-, que procuraba no alcanzar nunca el estallido final, para tratar de mantenerlo dentro de si para siempre.
Y las convulsiones. Y el grito ahogado al verterse uno en el otro.

La madrugada no sentía mas deseos de prolongarse en su recorrida. Las nubes se tiznaron de naranja, y ahí, a su lado en el balcón, un pájaro gorjeó al nuevo día que envolvía en pasado todo lo anterior.
Aún así, no quiso dormirse.
Para no despertar jamás.

9 comentarios:

Polakia dijo...

"Hay seres que llegan a nuestra vida, o se van, y tratamos de guardarlos.. cómo si no quedaran guardados ya de por si!"
(perdón por usar sus palabras, pero las valen)

Y estos recuerdos son los que valen la pena tener con uno, forman parte del sabor de nuestras vidas, más alla de que quizás, tal vez, nos dejen una pizca de amargo en la boca.

Besos

Cirulaxio dijo...

Pol: Oh! que bueno encontrarla acá! Cómo se enteró!?(ja).
Sí, creo que valen todos, los dulces y los amargos. Recordar cada uno, y guardarlo, nos forma como seres únicos, irrepetibles.

Gracias por el primer comentario!

Rochies dijo...

Ciru, que más decirle que ya no le haya dicho en su otra casa?
Le regalo una frase: la música como el silencio ayudan a explicar lo inexplicale...

Rochies dijo...

inexplicale = inexplicable ; )

Polakia dijo...

Es cierto, además sino tanto dulce nos empalagaría, no?

Es un honor haber inaugurado su habitación ...lo que no encuentro todavía es al mozo con los aperitivos.

Cirulaxio dijo...

Rosh: gracias, la usaré. Quizá la modifique un poco, pero la usaré.
Y esta es una casa, digamos un piso mas... como le diría, más oscuro. Así que repita lo que tenga ganas, u omita lo que ud juzgue conveniente.
Gracias.

Pol: No hay mozo, no hay mucamas u otro servicio doméstico.
Estamos solos. Sírvase lo que guste.
Lo que sea.

Swimming In A Fish Bowl dijo...

Ay Ciru,
Es que ud me deja sin palabras.
Eso que dice Ud, es precioso.
Avise cuando inagura el piso que yo le llevo un latitud 33, se lo juro!
Besote

Polakia dijo...

mmm que interesante propuesta Cx, entonces doy un vueltita, algo interesante voy a encontrar seguro.

Cirulaxio dijo...

Swimm: gracias. Ya está inaugurado, ud está escribiendo en él. Latitud 33..? aceptado.

Pol: no sé si pueda ser interesante, sí será absolutamente libertario (Ud sea lo que desee ser, sólo déjese obnubilar).