28/12/09

Retazo robado

30/05/2003 (tendría que haber sido domingo, un domingo desgarrado en la sien, pero creo que es viernes)
Me acompañan en la post cena tantos remilgos de cosas que creo deberían ser importantes...Un par de teléfonos que mantengo apagados, estuches de anteojos aburridos de viajar demasiado, una agenda que no me interesa pero que por afecto mantengo a la vista, la lapicera oriental y el block siempre abierto, siempre diciendo lo que no recuerdo que pensé.
Papeles que deben tener algún peso de importancia, también boletas, facturas de esas cosas que uno putea por tener que pagar y sin embargo debería carajear al hecho de tener que trabajar solamente para acumular facturas sobre la mesa a las que puteará por tener que pagar.
Se maldice el síntoma pero uno se acostumbra a la enfermedad. Hasta la justifica. Incluso llega a creer que esa es la verdad, o por lo menos la plausible de ser gozada.
Claro, aunque lejana, plausible. Lo demás son utopias, pero qué otro narcótico queda a mano de quien se olvidó que la vida era aquello que sucedía en la calle mientras uno trataba de otorgarle aromas.
La post cena, sin postres, se estira. Y sin embargo, luego de haber pasado la medianoche en una dosis más que recomendable, sigo creyendo que debería haber alguien que crea.
Escribo ya casi adormecido sobre el teclado sólo por el hecho de creer que alguien cree.
Sino no gastaría madrugadas. Sino, casi, no justificaría gastar nada.
Ni letras.

Edelmiro Yakanise