Porqué el silencio? Habiendo un mismo idioma, sin pasar por el tamiz de dialecto, jerga, lengua o léxico, puede también dar por resultado el desentendimiento. No es suficiente manejar el mismo lenguaje. No, no es suficiente.
Porque, al fin y al cabo, nunca, pero nunca vamos a recibir el rango de frases, o simples palabras, que sean las que deseamos oír. Aquellas que pueden curar. Nunca llegan, por más que el interlocutor se empeñe, no sabe armarlas.
Eternos incomunicados.
Por eso el silencio.