22/8/10

O sea, la poquitud es preferible a la nadez

Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi fienm di dederint, Leuconoe, nec Babilonios temptaris numeros.
Ut melius quicquid erit pati!Seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam, quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare Tyrrenum, sapias, vina liques et spatio brevi spem longam reseces.
Dum loquimur, fugerit invida aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.

o..

No preguntes (pues es nefasto conocerlo), Leuconoe, qué fin han puesto para mí los dioses, cuál para ti, ni sondees el cálculo babilonio.
¡Cuánto mejor soportar lo que haya de ser, tanto si Júpiter nos ha concedido muchos inviernos, como si es el último nuestro el que ahora quiebra las olas del mar Tirreno en azote contra los escollos!

Sé sabia, filtra el vino y, breve como es la vida, corta la esperanza larga.
Mientras hablamos, habrá huido celosa la edad: goza a bocados del momento, confiada lo menos posible en el de mañana.


un tal Horacio, hace mucho