1/6/08

Fronteras

A veces las fronteras son un error. Un error que no se subsana con tratados.
Tratados que, contrariamente a su etimología, separan más que unir. Tratados en los que se vierte demasiada tinta para crear diferencias.
Y las diferencias creadas por los tratados, lo sabemos, son sólo un error de interpretación conceptuado por alguna minoría que afecta a las mayorías. Y las separa.
Y las embandera en discrepancias, rivalidades, desentendimientos.
Y los desentendimientos nacen de los temores. Todos tememos lo distinto, lo ajeno, lo situado más allá de nuestro horizonte.
Pero.
Los horizontes se hicieron para ensancharlos, no alcanza un pequeño horizonte para concebir como “vida” a este pedacito de permanencia sobre la tierra.
Y cuando nos animamos a cruzar a la vereda de enfrente descubrimos que lo que separa ambas veredas es sólo un pedrusco.
O una insignificante línea.
O un salvable charco.
Y ya mirando desde la otra orilla, encontramos que allí podemos encontrar tanta capacidad de emoción, como en nuestra propia costa.
Y las miradas son tan transparentes como las nuestras.

A veces las fronteras son un error.
Y derribarlas nos ensancha un poco más el corazón. Y nos engendra afectos. De esos que tendrían que estar más al alcance de la mano, por la necesidad fundamental de contar con la calidad y calidez, que a veces, por un error de los mapas, vive del otro lado del charco.




Aunque no era la intención de este post hacer un relato del viaje, dejando para otro post futuro y con más adecuadas palabras dicho relato, sí decido incluír dentro de éste la contestación a sus comentarios:

Casandra: (no era con doble s?)Si de algo ha servido conocernos ha sido para entender que el horizonte de cada uno tiene muchos más kilómetros de amplitud que la que nos imaginábamos. Su balcón ya será compartido y no sólo suyo, su luna ya no será individual sino concensuada, su cocina ya no tendrá azulejos silenciosos, sino que repetiran muchos ecos de palabras.Ya no son tan pesadas las distancias, cuando atravesarlas sea siempre con ganas de encuentro.
Su nueva tecnología se retoba, pero como todo potro bravío, llegará a ser dócil. Mientras tanto deje que ambas se vayan conociendo.

Sr Zen: Quedaron varios momentos por compartir, y eso es bueno. Tener instantes reservados para el futuro para unos mates, para cruzar palabras certeras, para compartir su mar, para quedarnos en silencio o aprender a conocer la historia de su Montevideo.
Para mí haberlo conocido y ahí mismo, a los pocos minutos, saberlo cófrade de pensamientos, de silenciosas risas complices y de brillo en las miradas, ha sido lo más semejante que conozco a hallar en una Gran Persona a un Gran Amigo.
Tomo su invitación, en esa mesa del mercado del puerto, como un faro hacia el cual orientar mi barca durante los meses venideros. Yo la he escuchado sincera, y deseo que mi respuesta a su ofrecimiento también tenga peso de compromiso. Compromiso más que afectuoso, por cierto.
Ha sido un encuentro que hemos disfrutado. Y el disfrute, en esta corta permanencia en la vida, debería ser un precepto con peso de mandamiento impostergable.
Un fuerte abrazo.

Fiore: A través de las charlas, cortas o interrumpidas, hemos podido descubirir un sinnúmero de magníficas coincidencias. Conocerla durante este viaje ha sido el bonus track que terminara por ponerle moño al mismo. A partir de él ya no guarda mucha importancia no haberla leído durante meses antes, ya que la riqueza que ud guarda la reconozco como un idioma que nos une.No dude que será más que agradable volvernos a reunir.
Y llevaré un tupper para traerme la pizza que quede sobrante, que mantengo como la única asignatura pendiente de todo este fin de semana. Su pizza, sépalo, no sabía a harina, sino a amistad de la óptima.


Aunque la palabra "gracias" sea una palabra demasiado fácil de decir, sepan que desearía enaltecer el afecto que ella pueda encerrar, y ojalá pudiera sonar distinto este Muchísimas GRACIAS por cada segundo que brindaron.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

...por suerte algunos vamos comprendiendo que los horizontes son para ensancharlos. un abrazo desde la otra orilla.

Anónimo dijo...

remitente anterior:Casandra (la compu nueva me cuesta más que ensanchar horizontes.)

Z E N dijo...

Heyy, que lindo pasamos amigo mío, y cuantas cosas cosas diría, como pendientes siento que me han quedado, y claro, lo hablo a nivel personal.

Disfrute mucho de nuestros silencios, hasta momentos complices, de nuestras sonrizas invisibles...porque bueno, en definitiva eramos los únicos varoncitos y ud. y yo sabemos, lo que son nuestras queridas amigas...jajaj. Dicho esto con el mayor de los respetos hacia ellas, por favor, que son ante todo, grandes mujeres. Hermosas, todas.

Queda pendiente, me gustaría, mejor, unos mates en la mañana tranquilos...en silencio, charlando poco. Por ejemplo, me quedó por decirle tanto acerca de su pregunta de si este era un país futbolero, o quizás, poder explicarme mejor aquello del mvdeo. de los años 30.

CIRUX, ud. me ha caído, de maravillas, lo sentí tal cual lo había ya sentido. Cuente con este humilde Oriental pa´lo que sea, y espero encontrarnos nuevamente para seguir teniendo altos y disfrutar de su compañía.

Un abrazo grande.

fiorella dijo...

y...tanto Cass como Zen dicen mucho de lo que siento y lo que tu escribiste es preciso y precioso,sentì que te conocìa de siempre, que no me eras ajeno, un placer saberte ahì y como te dije en la terminal,sabès que contàs con este lado del charco para lo que quieras y necesites. Un beso y un abrazo y esto no queda asì como asì...ya encontrarè las palabras para mi post.

Cirulaxio dijo...

Casandra (no era con doble s?)
Si de algo ha servido conocernos ha sido para entender que el horizonte de cada uno tiene muchos más kilómetros de amplitud que la que nos imaginábamos. Su balcón ya será compartido y no sólo suyo, su luna ya no será individual sino concensuada, su cocina ya no tendrá azulejos silenciosos, sino que repetiran muchos ecos de palabras.
Ya no son tan pesadas las distancias, cuando atravesarlas sea siempre con ganas de encuentro.

Su nueva tecnología se retoba, pero como todo potro bravío, llegará a ser dócil. Mientras tanto deje que ambas se vayan conociendo.


Sr Zen: Quedaron varios momentos por compartir, y eso es bueno. Tener instantes reservados para el futuro para unos mates, para cruzar palabras certeras, para compartir su mar, para quedarnos en silencio o aprender a conocer la historia de su Montevideo.
Para mí haberlo conocido y ahí mismo, a los pocos minutos, saberlo cófrade de pensamientos, de silenciosas risas complices y de brillo en las miradas, ha sido lo más semejante que conozco a hallar en una Gran Persona a un Gran Amigo.

Tomo su invitación, en esa mesa del mercado del puerto, como un faro hacia el cual orientar mi barca durante los meses venideros. Yo la he escuchado sincera, y deseo que mi respuesta a su ofrecimiento también tenga peso de compromiso. Compromiso más que afectuoso, por cierto.

Ha sido un encuentro que hemos disfrutado. Y el disfrute, en esta corta permanencia en la vida, debería ser un precepto con peso de mandamiento impostergable.
Un fuerte abrazo.


Fiore: A través de las charlas, cortas o interrumpidas, hemos podido descubirir un sinnúmero de magníficas coincidencias. Conocerla durante este viaje ha sido el bonus track que terminara por ponerle moño al mismo.
A pertir de él, ya no guarda mucha importancia no haberla leído durante meses antes, ya que la riqueza que ud guarda la reconozco como un idioma que nos une.
No dude que será más que agradable volvernos a reunir. Y llevaré un tupper para traerme la pizza que quede sobrante, que mantengo como la única asignatura pendiente de todo este fin de semana.
Su pizza, sépalo, no sabía a harina, sino a amistad de la óptima.


Aunque la palabra "gracias" sea una palabra demasiado fácil de decir, sepan que desearía enaltecer el afecto que ella pueda encerrar, y ojalá pudiera sonar distinto este Muchísimas GRACIAS por cada segundo que brindaron.

Florecita dijo...

Y cuándo el mar está de por medio???? No hay fronteras, verdá que no!!!!

Qué bueno que lo pasaran tan bien!!!!

Andrés dijo...

Siempre las fronteras son un error.

A menos que se trate de las fronteras de un cuerpo desnudo.

A esas dan ganas de atravesarlas.

Delicioso post.

No more to say than this.. dijo...

Lo bueno de romper las fronteras es que no sólo las atravieza quien quiere salir, sino también quien quiere entrar.
Que bonito suena Montevideo.

RMS dijo...

Brindo por usted y la felicidad encontrada en amigos, hermanos, humanos para los que no existe fronteras, en almas y corazones incendiarios de libertad y buena obra.
Un abrazo amigo.

Rochies dijo...

EL ANINOMO QUIEN ES?
LUCY?
UMA? EL MOSTRO? ZEN? SUN?
SE DIO CUENTA WHY ESCRIBEN CON Z?
UD NO ME LLAMO! Y YO LE REGALE EL POEM DE MA GRAZ :P
NO ME QUIERE MAS?
UMA ME JURO QUE SIP Y ES LA NUESTRA, LA DE SIEMPRE ;)
LOS DE LA LISTA DE LA L A LA M ESTAN EN MI LABORATORIO PERSONAL. TENDIO? CANTO CON MAICOL?
..."CANSADO DE ESPERAR HOY VOY A CORTAR HASTA EL HUESO Y MASSSSSSSSSSSSSS, GIRA GIRA GIRA HNO MIO, NO LA DEJAS ESCAPAR, DALE DALE UN POCO MAS DE BRILLO PARA QUE PUEDAS PREGUNTAR Y ASI ... BUSQUE ESA LETRA DE MAICOL ... ;) CON UN GOLPE EN L ANUCA ... DIOS TAL VEZ ...

Rochies dijo...

AYER MA GRAZ ME DIJO LO QUE BRO THOUGHT ABOUT UD :P

Anónimo dijo...

ESTOY ESPERANDO QUE MI FER NO SE DUERMA MAS ALLA DE LAS 5 ;)HORA EUROPEA ... SHHHHHHHH

Rochies dijo...

:PPPP

Unknown dijo...

Un saludo de otro oriental. Es cierto, las fronteras son un error, pero esta de nuestro charquito, es la más errónea de todas. Yo adoro el Brasil, pero quizá por costumbre, me parece bastante normal tener que hacer un trámite para entrar. Ese mismo trámite para entrar a la Argentina, me duele.

Cirulaxio dijo...

Santi: Precisamente eso: duele.

Ese fin de semana he mirado los ojos de personas más que agradables, y también he mirado ojos de otros que no conocía, anónimos que atendían un kiosco, un puesto en la feria de Tristán Narvaja, un taxi, o simplemente caminaban por calles que yo no conocía con aire tranquilo.
Quizá por ser un fin de semana o por alguna otra cuestión, pero he escuchado una ciudad con silencios, con voces tranquilas, casi con murmullos. Y a mí los silencios me hablan de cosas que las palabras no pueden describir.
Me conmovió Montevideo, y me conmovieron los ojos de cuantos he cruzado.
No me di cuenta en el viaje de vuelta, mientras el micro cortaba rapido la distancia hasta Colonia, ni tampoco cuando el ferry (me gusta llamarlo ferry y no buque) cruzó más rápido aún la verdadera frontera.
Tardé unos días en encontrarle una definición a la incierta sensación que me traje.
Y Ud, con esa simple palabra, me desencadenó todo el recuerdo, todo el aroma, todo el sentir que el silencio de Montevideo y sus ojos dejaron como semilla.
Me duele mirar como extraños, como personas de otras tierras a quienes son tan carne propia. Con quienes nos sentimos en casa, aunque no logremos hacerselos sentir desde esta orilla cuando uds son lo que la cruzan.
Me duele que en lugar de separarnos kilómetros, nos separen banderas. Porque no soy de allá, ni uds de aquí, pero el cielo, el agua y la tierra son las mismas.
Me duele que nos digamos "hermanos" y que vivamos en casas separadas.

Ud tiene razón. "sentirnos" separados... duele.

Un abrazo.