que llevó con él mis preguntas y mi voz.
Como un lento barco se perdió en la espuma.
Le pedí que no diera la vuelta
sin haber visto el altamar.
Y en sueños hablar conmigo de lo que vio.
Aún si no volviera,
yo sabría si llegó.
Viajar la vida entera.
Por la calma azul o en tormentas zozobrar.
Poco importa el modo si algún puerto espera.
Aguardé tanto tiempo el mensaje
que olvidé volver al mar.
Y así yo perdí aquel poema.
Grité a los cielos todo mi rencor.
Lo hallé por fin, pero escrito en la arena
como una oración.
El mar golpeó en mis venas
Y libró mi corazón.
(P. Aznar)
Para L. porque toda distancia sencillamente
siempre nos ha unido.
4 comentarios:
creo adivinar esa letra del abecedario, a la que a pesar de la distancia siempre se ha sentido unido.
Podría acaso yo limitar su derecho a no entender qué quise decir?
Increíble pero real, no me había jamás percatado de la delicadeza de esta chance que nos da ...
Se que no tiene absolutamente nada que ver. O tal vez sí. En todo caso, este texto me trajo a la memoria aquella vieja narración según la cual, un rabino corría entusiasmado por el ghetto de Praga gritando:
"Tengo una respuesta, tengo una respuesta, ¿quién tiene una pregunta?"
Saludo.
No se porque pero podria decirte que me hace pensar en la musica como un grito en el silencio, un puente en la distacia, un poema escrito sin tienta ni papel...
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